Antiguamente, el velo se utilizaba para proteger la pureza de las novias de las influencias externas y en las culturas de Oriente, el velo ocultaba la cara de la novia al novio, hasta después de la ceremonia ¡pudiendo ver por primera vez el rostro de su esposa!. Hoy en día, el velo se ha convertido, simplemente, en un complemento imprescindible del vestido que refleja la moda actual y el gusto de cada novia. Ya sea tul, velo con encaje o mantilla, hay muchísimas formas de ponerlo. Desde La Quinta de Illescas os damos algunas ideas.
Un velo con encaje simplemente cubriendo la cabeza sin darle ninguna forma. La manera más clásica.
Sujeto por detrás. Esta es la forma más común de ponerselo para las que quieran llevar velo pero de una manera discreta. El punto te lo dará con que lo sujetes, ya sea, un broche, una joya familiar o una diadema. Si quieres estar a la última, te recomendamos que sea de plumeti.
Para las más aterevidas, algunas maneras de ponerse el velo: tapando la cabeza, de inspiración vintage, o tipo pirata. Se puede recoger con un broche o flores que dará aún más personalidad al look.
Y por último, las novias veladas. Hemos estado mucho años sin ver ninguna porque se consideraba anticuado pero la tradición ha vuelto con más fuerza que nunca. ¡A nosotros nos encantan!
Por supuesto, si el velo no va con tu personalidad tienes otras opciones como los tocados de novia o las coronas de flores. ¡Estarás guapísima con cualquier opción!
SHHH.. El protocolo manda salir con el velo puesto desde casa y no retirarlo hasta el primer baile.
¿Y para las invitadas? Aqui tienes inspiración para ellas